¿Cómo se realiza el almacenamiento de mercancías?

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En la gestión de la cadena de suministro, el almacenamiento de mercancías es una de las actividades más críticas y estratégicas. A medida que los mercados se globalizan y la demanda de los consumidores se vuelve más dinámica y exigente, las organizaciones se enfrentan al reto de manejar sus inventarios de manera eficiente, segura y rentable. 

Aquí es donde entra en juego la contratación de servicios de almacenamiento. Este enfoque permite a las compañías externalizar la gestión de sus mercancías a especialistas que cuentan con la infraestructura, tecnología y conocimiento necesario para optimizar el espacio y los procesos de almacenamiento de mercancías.

En Sedial Group, explicaremos el plus y los beneficios que significa contratar servicios de almacenamiento de mercancías, por ejemplo, hay que entender que va más allá del alquiler de un espacio físico, se trata de brindarle a la compañía la implementación de un conjunto de estrategias y procedimientos diseñados para asegurar que los productos se almacenen de manera eficiente, se mantengan seguros y estén disponibles para su distribución cuando sea necesario. 

La idea es que los empresarios entiendan cómo se realiza el almacenamiento de mercancías cuando se contrata a un proveedor especializado, explorando los diferentes tipos de almacenamiento que existen y discutiendo los numerosos beneficios que esta estrategia ofrece. 

¿Qué implica el almacenamiento de mercancías?

El almacenamiento de mercancías es un componente esencial en la cadena de suministro y abarca más que guardar productos en un espacio físico. Implica una serie de procesos y operaciones diseñados para cerciorarse que los productos se mantengan en óptimas condiciones, estén accesibles para su distribución y cumplan con los estándares de seguridad y eficiencia que requieren las operaciones logísticas modernas.

En su esencia, el almacenamiento de mercancías comprende varias actividades clave:

  • Recepción de productos: esta es la primera etapa del proceso de almacenamiento de mercancías. Aquí se realizan inspecciones para verificar la cantidad y calidad de los productos entrantes. Este paso es fundamental para prevenir problemas futuros, como faltantes en el inventario o la recepción de productos defectuosos.
  • Clasificación y etiquetado: una vez recibidos, los productos deben ser clasificados y etiquetados correctamente. Esta fase implica categorizar los productos según criterios como el tipo de artículo, tamaño, fragilidad, fecha de caducidad o el número de lote. Un etiquetado adecuado facilita el manejo, identificación y ubicación de los artículos en el almacén.
  • Almacenamiento físico: Aquí es donde los productos se colocan en sus respectivas ubicaciones dentro del almacén. Dependiendo del tipo, son guardados en estanterías, racks, palets, o incluso en áreas específicas como cámaras frigoríficas para productos que requieren temperaturas controladas. El objetivo es maximizar el uso del espacio y facilitar el acceso rápido a los productos cuando sea necesario.
  • Manejo y control de inventarios: esta actividad se refiere a la gestión continua del inventario almacenado. Empleando sistemas de gestión de almacenes (WMS, por sus siglas en inglés), las empresas rastrean el movimiento de productos dentro y fuera del almacén, teniendo un control preciso del inventario. 

Es un paso almacenamiento de mercancías que mantiene niveles óptimos de stock, evitar sobre-inventarios o desabastecimientos, y bajar los costos de almacenamiento.

  • Seguridad y mantenimiento: el almacenamiento de mercancías también implica cuidar que el entorno sea seguro, para los artículos, colaboradores y las instalaciones.  Esto incluye el cumplimiento de las normativas de seguridad, implementación de sistemas de vigilancia y protección contra incendios, y el mantenimiento regular del equipo y la infraestructura del almacén.
  • Preparación y envío de pedidos: finalmente, el almacenamiento de mercancías abarca la preparación de pedidos para su envío. Es decir, todo lo que tiene que ver con la recolección de productos del inventario, empaquetado y envío a los clientes o a otras etapas de la cadena de suministro. 

Un almacenamiento eficiente permite que los productos estén listos para ser enviados con rapidez y precisión, mejorando la satisfacción del cliente y reduciendo los tiempos de entrega.

¿Cómo se realiza el almacenamiento de mercancías?

Almacenamiento de mercancías

Cuando una empresa decide contratar servicios de almacenamiento, el proceso generalmente sigue varios pasos clave:

  • Recepción de mercancías: Los productos llegan al almacén y son inspeccionados para verificar su estado y cantidad. Esta etapa es crucial para analizar que los bienes recibidos coincidan con las órdenes de compra y que no haya daños.
  • Clasificación y etiquetado: Una vez verificados, los productos se clasifican según categorías como tipo de producto, fecha de caducidad o número de lote. Luego, se etiquetan adecuadamente para facilitar su identificación y localización en el almacén.
  • Almacenamiento: Los productos se colocan en áreas designadas dentro del almacén, utilizando métodos de almacenamiento como estanterías, racks o palets, según sus características y necesidades. El tipo de almacenamiento seleccionado influye en la eficiencia del espacio y el acceso a los productos.
  • Manejo de inventarios: El almacén realiza un seguimiento continuo del inventario mediante sistemas de gestión de almacenes (WMS, por sus siglas en inglés), que registran entradas, salidas y movimientos de productos. Esto permite a la empresa mantener un control preciso de sus niveles de inventario y reducir errores.
  • Preparación de pedidos: Cuando se reciben órdenes de los clientes, los productos se recogen del almacén, se empaquetan y se preparan para su envío. Este proceso es automatizado en gran medida para mejorar la eficiencia.
  • Envío: Los productos empaquetados se envían a los clientes finales o a otros destinos designados, asegurando que se cumplan los plazos de entrega acordados.

Tipos de almacenamiento de mercancías

Existen varios tipos de almacenamiento de mercancías, cada uno adecuado para diferentes tipos de productos y necesidades empresariales:

  • Almacenamiento en estanterías: empleado para productos pequeños y medianos, donde los bienes se colocan en estantes o racks. Es ideal para empresas con un alto volumen de productos de pequeño tamaño y permite un fácil acceso a cada artículo.
  • Almacenamiento en palets: consiste en colocar mercancías sobre palets que luego se apilan en estanterías o en el suelo. Es adecuado para productos de mayor tamaño o peso y facilita la movilidad de grandes cantidades de productos a la vez.
  • Almacenamiento en bloques: implica apilar artículos en el suelo, formando bloques de mercancías. Este método es efectivo para productos homogéneos y que no requieren un acceso frecuente.
  • Almacenamiento en frío: utilizado para productos que requieren temperaturas controladas, como alimentos perecederos, productos farmacéuticos y otros artículos sensibles al clima.
  • Almacenamiento automatizado: involucra el uso de tecnología avanzada, como sistemas automatizados de almacenamiento y recuperación (AS/RS), para manejar y almacenar mercancías con mínima intervención humana. Este método es ideal para empresas que manejan grandes volúmenes de inventario y buscan maximizar la eficiencia.

Beneficios del almacenamiento contratado

Almacenaje de mercancías

Contratar servicios de almacenamiento ofrece numerosos beneficios para las empresas:

  • Reducción de costos: al externalizar el almacenamiento, las organizaciones reducen costos relacionados con el alquiler de espacios, mantenimiento de instalaciones y contratación de personal.
  • Mayor eficiencia operativa: los proveedores de servicios de almacenamiento suelen estar equipados con tecnología avanzada y personal capacitado, lo que mejora la eficiencia en la gestión del inventario y la preparación de pedidos.
  • Flexibilidad: las organizaciones ajustan rápidamente sus necesidades de almacenamiento en función de la demanda, sin la preocupación de mantener un espacio fijo.
  • Mejor control del inventario: Los sistemas de gestión de almacenes proporcionan una visibilidad completa del inventario en tiempo real, lo que ayuda a evitar errores y prevenir la escasez o exceso de stock.
  • Foco en el core business: Al delegar las operaciones de almacenamiento a especialistas, las empresas pueden concentrarse en sus actividades principales, como la producción, ventas y desarrollo de productos.

El almacenamiento de mercancías es un componente fundamental en la cadena de suministro que, cuando se gestiona de manera eficiente, proporciona importantes ventajas competitivas. Al contratar servicios de almacenamiento, las compañías aprovechan tecnologías avanzadas, reducen costos y mejoran la eficiencia operativa. 

Conocer los diferentes tipos de almacenamiento y sus beneficios es clave para seleccionar la mejor estrategia para cada negocio.

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